miércoles, 28 de abril de 2010

Y los árboles caían dejando las bragas enganchadas de las ramas. Y las que me quedan las tiraría desde el sexto como si fuera un movimiento revolucionario. Creo que en algún momento todos los vecinos deberíamos tirar las bragas por la ventana, cubriendo los coches y las aceras, y las calvas de aquellos que pasean.
Sería bonito.
Y dejaría de pensar en las ganas que tengo de que se rompan,
y sonreir desde un sexto.

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