viernes, 16 de octubre de 2009

Es que a veces pienso que me quedo en el borde de la cama, detrás del edredón, asomando solo un poco la cabeza y mirando, esperando que llegue el frío para poder abrazar sin dar explicaciones, pensando que es normal que abrace porque hace frío y no porque me apetece.
Y los abrazos son casi (1)desabrazos… pero las luces están apagadas y no se ven las ganas de volver al otro lado del edredón y esconderme por el miedo a un desabrazo. Solo por miedo. -Véase también inseguridad-.
Entonces vuelve el frío, y voy subiendo por un cuerpo desnudo y tumbado al que querría abrazar, bebiendo celos y fumándonos miradas cómplices, pero que se consumen, y ahora me consumen.
Ese tipo de complicidad que nace de madrugada me jode compartilo.
Pero a veces es inevitable.



1. Abrazos que se dan con miedo a que algún día dejen de existir.

No hay comentarios: