viernes, 2 de octubre de 2009

Las ciudades de noche (en general).
San Nicolás por la tarde, antes de las ocho cuando el flamenco huele a sucio y aún no hay luces. Bajando a la derecha, se llega a un rincón de una calle con escaleras, justo debajo de la Alhambra. Es un rincón para fumar, para querer volver al día siguiente. Pero no sabría volver otra vez. El escondite más seguro está en calle Elvira, en otro rincón del bar, buscando siempre el fondo y los barquitos de papel. Incluso en una tetería, pero allí la gente desea que te largues y les dejes tu intimidad observada por otros nosotros. Bib rambla es para la mañana, es más familiar. Plaza Nueva creo que no llegó a existir en nuestro artificio, no importa, solo tengo que estar allí en el dosmilcatorce.
Una ciudad que guarda secretos.
Tormentas febriles de nuevo.
A veces, entre fiebre y fiebre creo que viene a dejar barquitos de papel.
Llenan la casa.
Y la estantería del desayuno.

Pero todo esto venía por una necesidad imperiosa de escribir las ciudades de noche.

1 comentario:

josep dijo...

Granada, ciudad de contrastes, de moros, mulatos, italianos, africanos, de tó.
Bonita entrada