miércoles, 28 de abril de 2010

Y los árboles caían dejando las bragas enganchadas de las ramas. Y las que me quedan las tiraría desde el sexto como si fuera un movimiento revolucionario. Creo que en algún momento todos los vecinos deberíamos tirar las bragas por la ventana, cubriendo los coches y las aceras, y las calvas de aquellos que pasean.
Sería bonito.
Y dejaría de pensar en las ganas que tengo de que se rompan,
y sonreir desde un sexto.

jueves, 22 de abril de 2010

Hoy estoy cansada de intentar llegar a las 3000 palabras. Podría dejar el tema abierto, y escribir tres mil cosas que quiero hacer pero que no tengo tiempo porque tengo que seguir escribiendo sobre algo que no va a cambiar nada, quizás lo otro tampoco, o si. 3000 palabras donde al menos mil son del hiyab, otras mil de la población inmigrante, quinientas sobre la cultura, cuatrocientas noventa y siete sobre la igualdad... y tres el resto.

De restos que salen corriendo por la noche a ver si encuentran algo.

De todas formas, miro y estás, delante, leyendo algo sobre náufragos que naufragan y dices que te gustaría naufragar. Y apuntas cosas en una libretita, que sirve a la vez como posaceniceros. Se que en menos de cinco minutos sonreirás, así es fácil. Así está todo tranquilo.

Correremos un poco esta noche por Granada, al final no beberé vino, pero tengo la nevera y la almohada llena de aquellas cosas que hacen falta.

Y mañana me bañaré, con mi maleta de piel y mi bikini de rayas...

(¿me das papel y filtros? ¿y un cenicero? ¿y un beso?)
sabia que en poco sonreirias

lunes, 12 de abril de 2010

jueves, 8 de abril de 2010

Supongo que será como todo lo prohibido, que dan aún más ganas de hacerlo.
Por eso no quería prohibir.

Pasó todo un verano y todo un invierno viendo como pasaban. Y el verano siguiente casi asomaba el rabillo del ojo. Y veía como pasaba otra vez con los días de calor.

El año pasado también los dias de calor llegaron demasiado pronto, o muy tarde, no lo se.

Se que cojeaban, y derramaban café porque le temblaban las manos.

Pero era inevitable, ¿no?

sábado, 3 de abril de 2010

De los días lo que me encuentro es lo que más me falta.
Titiriteros con sombrero,
perros con falda van lejos lej0s lejos...









....lejos de aquí

jueves, 1 de abril de 2010

Y hoy quizás se deshilachan las voces, siembra el pánico y vuelve la locura como cuando vuelven aquellos pétalos de margaritas sueltos en una tarde absurda, de pánico y duda. Esos días deberían estar prohibidos, deberíamos follarlos con fuerza y escupir para que no quieran volver. Al fin y al cabo huyen, y ella mira detrás de la persiana esperando otro día, otro que no le asuste, que no le haga llorar.
La manera de mirarlo con detenimiento, encontrar imperfecciones y sonreír al verlas, es cuando descubres la perfección de algo artesanal.