sábado, 28 de febrero de 2009

A veces, tenía la sensación de que todo fue un instante,
un instante de muchos días, y muchos meses,
instantes,
y olores y sonidos y miradas,
que no cambian
y reir como antes,
pero esta vez más alto y más cerca del suelo,
soltar el aire a la vez, en un instante,
volver a respirarlo,
y soltarlo dentro de cualquier vaso con alcohol barato,
o escupirlo.
Y mi oreja vibrando... o temblando, no lo se
pero solo a veces, no importaba.

Hoy con ganas de olvidar la sensación de estar partida,
de negociar,
de querer otra vez
una cama pequeña,
unas ganas infinitas de tener tu voz rozandome el tímpano,
y volver a contar los lunares que suben desde el ombligo
hasta el cuello,
con la punta de la nariz,
porque se me están olvidando,
porque nunca hubo sificiente luz como para verlos bien,
instantes que se vuelven conmigo,
y los utilizo como los puntos de las ies
para remarcar, supongo

miércoles, 25 de febrero de 2009

El periódico aún sigue en la nevera
Hoy la tarde se llama tardedehacerlamaleta y tardedetevoyaechartantodemenos, tardedenosveremosenmadridogranada, tardedenervios.

Pero esta vez no me pongo triste haciendo la maleta, me pongo triste por aquellos que la hacen y se llevan besos mios, y abrazos que duran hasta que te das la vuelta, con sonrisa estúpida, y te vas a tu casa con tu sonrisa estúpida, pensando como alguna vez te has imaginado como sería la despedida, y no se parece en nada

jueves, 19 de febrero de 2009

Y cada vez los problemas son menos, en verdad, puede que solo existan las huellas de los problemas, que se borran con un trapito, pero aún está en el cajón, desaparecerán, cuando yo quiera, ahora si puedo elegir cuando quiero quitarlos.

Y es que no hace falta más que una llamada de teléfono, dos voces tranquilas, cansadas, a miles de kilómetros, una sensación de felicidad ridícula, escuchar que lo primero es buscar mi felicidad, sin prisas, no tengas prisa hija, no hay que tener prisa en nada de este mundo, porque todo llega, y este es tu momento.

Este es mi momento, todo lo que me rodea, y todo lo que me empapa,
y mis padres son cojonudos, no, no son cojonudos, mis padres son la ostia...

Ay que feliz!
Me gusta cuando humedeces el labio de abajo, cuando lo muerdes mientras piensas en algo, me gusta que me interrumpas con besos mientras hablo, y vuelvas a empujar con la lengua todas las palabras, una a una dentro de mi boca. Me gusta que te haga reir la palabra bufanda y gorro, me gusta verte reir cuando traduzco frases literalmente y me quedo tan ancha. Y con voz bajita... muy muy bajita escuchar la palabra dulce, y no es un dulce normal, es dolce, casi aún mejor. Me gusta verte tocar la guitarra, escuchar radiohead, y vuelvas a morderte el labio y compartir el cigarro y la cerveza y que se rocen las manos torpemente como si aún no hubiera pasado nada. Me gusta que te acurruques muy cerca ronroneando alrededor buscando calor, y que me obligues a mirarte cuando tus ojos no paran de mirarme. Que imites mis expresiones, porque a tí no te salen nada bien, y que me tapes con las manta para no pasar frío. Me gusta la mueca entre sonrisa y malo de saber muy bien lo que haces y que me des un premio a la mejor acariciadora. Me gusta que todas estas cosas pasen, me gusta que todas estas cosas pasen aquí, y ahora, y quizás mañana, o esta noche, me gusta el cambio que ha tomado la noche, y el día.
Dices que es la única historia que empieza bien y acaba bien,

para mí, es una de tantas historias que empiezan bien y acaban jodiéndote por algún sitio, es inevitable.

Es inevitable pensar que he perdido el lugar, necesariamente caemos en sitios que al poco tiempo se reconocen y son tú, tu manera de despertar, de lavarte los dientes, de preparar café o de reir, o te das cuenta de que solo estas de paso, y que todas esas cosas se hacen de paso, se hacen porque hay que hacerlas, simplemente,

y en esos lugares de paso dificilmente puedes mantener historias cosidas a un futuro. Se cosen en la boca, en los besos, en la cama, en los brindis o en guerras nocturnas, de sexo y alcohol que tienen un fin, pongamos las semana que viene.

Y ahora todo funciona, sara también se ha dado cuenta, por algún motivo ahora todo gira y nos movemos con ritmos parecidos,
volver a perder a el compás, volver a buscar el que quedó latente, volver a buscar risas rojas, naranajas y azules, miedo a no encontrarlas, ojos que se abren, y oidos ásperos escuchando con suerte el viento o la lluvia de fuera.

Y anoche me quedé dormida con un cuento tatuado en mi oido, un tatuaje italiano, el más dulce y tierno pinchazo con sangre a punto de inundar los ojos,

no me jodas y me digas que es la única historia que acaba bien

lunes, 16 de febrero de 2009

Dieciocho minutos y tres segundos hablando a la nada y con una voz casi dentro de la cabeza, quizá un poco más abajo, u otro poco más, pero sin ningún olor que se meta dentro de la boca, o una piel que roza la embriaguez, que pierde el equilibrio y que cae a plomo. Que ya puedo recorrer con los ojos cerrados casi sin perderme, aunque esté fuera del mapa, podría decir mínimo veinte caminos diferentes para llegar a cualquier parte, aunque sea de noche y no haya suficiente luz para ver, pero la necesaria para sentir. En esos minutos no había nada de eso, de todas formas hoy no eran muy necesarios, hoy puedo recordar los breves segundos de la pequeña línea de voz que se escapa entre la respiración, pero solo hoy.

Sí sí...

domingo, 15 de febrero de 2009

y si todas las pausas y descansos se emplearan para dar besos?

- ya te has duchado?
- no, me he tomado el café, ahora voy a la ducha... venía a darte un beso mientras

viernes, 13 de febrero de 2009

nevica

Si si, esta mañana a las nueve estaba todo nevado,
y tu boca,
hacía frío, la naríz congelada, aceras blancas y coches cubiertos,
y tu ombligo,
pensaba como me jodía salir a la calle a esas horas,
y tus manos sin parar en moverse,
es típico tirarse bolas de nieve, todos lo hacían,
y mucho calor y penumbra y nada más,
la gente es feliz cuando nieva,
y apretando como una serpiente, girando,
pero aún me jodía más pensar en el día que me espera,
mordiendo,
pero me siento tan sumamente bien,
rescatando palabras debajo de la lengua, incluso las que no entiendo,
que me importa una mierda pasarme horas entintando,
la gente puede seguir tirándose bolas de nieve,
es nuestro secreto.

martes, 10 de febrero de 2009

El buongiorno casi casi sabe mejor de lo que suena

lunes, 9 de febrero de 2009

Anoche había luna llena, hoy por fin después de un mes sale el sol, y ayuda. Ayuda también el señor que se echaba un cigarro en la puerta de mi casa, y que después de un saludo sonriente y preguntarme de donde soy, me ha deseado mucha felicidad. Una vez leí que las personas que se cruzan contigo pueden no aportarte nada, o que tras su breve paso, te hagan sonreir.
Y tener un balcón en días absurdos y soleados donde poder sentarte, para fumar, para escribir, para leer, para echar de menos y para calmar en pellizco nervioso del estómago, también ayuda.

domingo, 8 de febrero de 2009

Sangría, cercare, bere, auguri, aspettare, sangría, ron, portacenere, ridere, cercare, bere, bla y bla, trovare, runecola, fumare, “fresa”, ridere, aspettare, bere, fumare, sangría, ron, modigliani, bere, tornare, non voglio, sangría, milano, in treno, voui venire? fumare, sorella, timido, parla, va bene, in centro, macchina, radiohead, imparando spagnolo-andalúz, é divertente, lo so, piove, merda, a casa, monolocale, mi piace – anche a me- fumare, il amico, cazzo, noi tre, stoffa, ridere, fumare, piove, buona notte, ciao. e basta. Basta e mi sveglio.
Ceci n´est pas une pipe

jueves, 5 de febrero de 2009

Esta noche sería inutil calmar la ansiedad con un cigarro,
tengo tantas ganas de todo y de nada,
demasidas ganas de curarme el todo hasta el amanecer,
y demasidas ganas de curarme la nada entre humo, rostros y velas.
Quizá sean demasiadas ganas de encontrar a la Maga,
y demasiadas ganas de perder el miedo a no encontrarla,
a pensar que su historia se borró,
se olvidó.
Pero en el fondo,
en esos fondos de pies fríos y manos cálidas,
no podía borrarse,
la Maga, estaba al caer.

martes, 3 de febrero de 2009

Está claro, he borrado cinco veces cinco entradas distintas. Ahora sí, me voy a dormir, antes de que borre esta también.

Y sí, me gustaría llevar encima algo más de dos cervezas, para llegar a casa y meterme en la cama directamente por la dificultad de que mis dedos no se coordinen, y no sean capaces de teclear, eso, o que no me dejen tener internet a estas horas, y dejar que de escribir movidas raras de las que luego no puedo salir, y borrarlas después de veinte minutos.

Y sí también, mi cama y yo nos tenemos un odio mutuo, en concreto con la almohada, en general con las sábanas. No se por qué coño está tan fría, será el invierno

domingo, 1 de febrero de 2009

Primera opción

Daría lo que fuese por tener sierra nevada por encima de mis ojos, asomándose por la ventana y la mesa llena de comida china

Segunda opción

Daría lo que fuese por compartir el cigarro

Tercera opción

Daría lo que fuese por que no existieran los domingos, y si siguen existiendo, irme muy lejos, desde donde no se puedan ver