viernes, 30 de enero de 2009

Escupo palabras en italiano,
a veces
se quedan en la punta de la lengua,
hasta que se hielan de frío,
y resbalan,
se esconden en el ombligo y erizan el vello.
Sí,
me las voy a llevar de vuelta
y las guardaré en

y abriré paso con la naríz olvidando lo que estaba buscando.

Dar vueltas alrededor de

Dejarlo todo debajo de los pies

jueves, 29 de enero de 2009

La vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente,

me lo ha dicho Cortázar.

Cada vez que lo necesito, o que tengo ganas de soñar, o que necesito darle una explicación a algo que no entiendo.

Ultimamente, solo consigo entender las imperfecciones, y los desencuentros; no entiendo la palabra necesario, aunque la necesite; y me encanta lo minucioso...

Cosas

miércoles, 28 de enero de 2009

Odio andar por corso vanucci con la sensación de que me voy a echar a llorar de un momento a otro.

Odio tener la visión de septiembre, como si acabara de llegar.

Odio sentir que acabo de llegar.
ya.
mierda.

lunes, 26 de enero de 2009

Techos abuhardillados, con una terraza para poder salir por las mañanas y tomar café, una estantería llena de libros, y paredes con cuadros y vigas con fotos. Recuerdos pequeños en sitios pequeños, olor a madera, olor a Italia. Una cocina grande, con una ventana llena de macetas, amarillas y azules. Lleno de veranos, descalza, con ropa tendida, y saludos de buongiorno a las señoras vecinas que cocinan pasta y el patio huele a pasta. Música calabresa, bailar en pijama, salir a la terraza con el café, con el zumo, y con el buongiorno. Sábados de lluvia en camas que ya no son tediosamente grandes, aunque sí muy grandes, enfrente de la ventana para ver las gotas resbalar por el cristal. O nieve. O tormentas. O tormentas de verano. Y tierra mojada y duchas con mamparas llenas de vaho. Y tarros grandes con pinceles grandes, o pinceles en el pelo, o mi pelo en tu espalda, o tu espalda de horizonte. Cámara de fotos y rebelado casero.

Aunque lo tuviera no me lo podría llevar en la maleta,


Voy a tener q volver

domingo, 25 de enero de 2009

A veces pienso que las palabras se las llevó el invierno entre las piernas.
No sirvió de nada.

Se escucha la cerradura de la vecina,
antes las campanas,
antes el mechero,
antes los gemidos con eco,
antes mi cabeza a punto de explotar.

Al sur
también llega el invierno.
Y me pregunto si los niños en el colegio seguirán escribiendo notas, en pedacitos de hojas de cuadros, arrancados de algún cuaderno. Esperando que no fuera el de matemáticas.

porque siempre las suspendí.

martes, 20 de enero de 2009

El olor de la facultad siempre será el mismo, con sus paredes manchadas por el roce de los cuadros, la pintura en el suelo, las gotas que patinan por las taquillas, las huellas que dejaron los pinceles húmedos, paletas al lado de los caballetes, tan inservibles unos como otros, camisetas grandes, manchadas, con dedos de azules, que garantizaban un respiro de felicidad, tinta en las manos, cuadros apilados, secretos en la cafetería, risas de lluvia y de sol, olor a resina en el coche.

Anocheció, caían copitos de nieve, pero sin llegar a ser nieve, hacía frío, ni más ni menos, solo el propio frío de Granada en esta época. Pensaba. El interior de su nariz volvió a marcar el camino para que llegara todo el olor a resina hasta sus pensamientos, y los envolvieran en una especia de pasta, un espesor que ralentizaba la fluidez de aquello que nunca tuvo un ritmo acertado. Y que aún así, el ritmo no cesaba. Pero no sonaba a nada.

Siempre tendrá el mismo olor, y color, si, seguramente sí.
solo ida


esta vez el viaje es solo ida


y se que llegaré a estar más triste de lo que estoy ahora



porque la gente se pone triste en los aeropuertos, y yo, soy una de ellas

domingo, 18 de enero de 2009

El intervalo que existe entre que sea algo tarde o extremadamente pronto, es tan pequeño tan pequeño que no puede verse desde aquí
Hoy huele a tarde de incienso, de gafas y pijama. A leer.
A música y ducha tranquila.
A jabón.
A un día nublado y baile nervioso del humo de las chimeneas.
Quisiera tomar un café de esos que están a más de mil kilómetros de aquí.
Huele a ganas de estar en casa
o a tardes de verano.

Es domingo, es lo que toca.

jueves, 15 de enero de 2009

Escribo la entrada número sesenta y ocho, y sólo en una de ellas la he nombrado, ajena a mí, y no puedo hacer nada, nadie, porque ya nadie la pronuncia, perdió el rojo que la caracterizaba, se olvidó la fragilidad de las frases y la derrota de su silencio. Sólo nos quedamos con el temblor al escribirla, y de vez en cuando, alguien llora con la voz entrecortada al pronunciarla, pero ya no se escapa de la boca de nadie, ni se resbala entre saliba, ni recorre cuerpos desnudos. Sólo a veces se puede encontrar entre las páginas de aquellos libros de pasta envejecida y de hojas finas, que nos dan las buenas noches, amarilleándola.

lunes, 12 de enero de 2009

Y ahora pienso en todas aquellas cosas que tenía y que solo se echan de menos cuando estás fuera, cuando estás lejos, pero aún así no importa, y que en su momento las disfrutaba, sí, pero cuando vuelva las voy a disfrutar y las voy a saborear, diferente, y siempre que llega junio pienso que no va a ser lo mismo, que en este caso junio se ha convertido en febrero, y luego en septiembre veo que no es tan malo, a veces es incluso mejor, que en este caso septiembre se ha convertido en marzo, y volver a notar como ya no soy tan distinta en el sur, y no es la gente la que imita mi acento sino que a veces soy yo la que imito con el seseo, y las cosas que habían crecido en el piso ya no estarán pero aún así nos entenderemos y nos seguiremos riendo, quizá buscaremos otro sitio para caernos, porque hace ya mucho tiempo que no nos caemos en el mismo sitio, pero solo son excusas baratas para chocarme con vosotros, y quiero tomar mucho café en la facul, y ver a los del manicomio como pasan en fila y mirar al enfermero guapo que va con ellos, y sentarme en el suelo cada vez que pueda, y que haya un perro y que le digas a ti que no te falte ni gloria, recuperar las ganas de jugar al pin pon xtrem con la mesa llena de platos de haber comido seguramente algo no muy sano, igual de poco sano que todas aquellas tapas que con cerveza fría que voy a tomar, y toda la cerveza que voy a tener en mi nueva nevera, sin tener que meter el ron en el congelador porque ahora podré beber con hielos, y recuperar la palabra desfase para poder aguantar en la vogue, porque después de nueve meses ya no veo tan mal la idea de ir a la vogue, pero si que tengo ganas de hacer botellón itinerante empezando en las escaleras de la catedral hasta que venga la policía para echarnos, y nos vayamos a plaza trinidad, y así, o mejor aún irnos al mirador de san nicolás y comer pipas del elefante rosa, porque tengo unas ganas tremendas de comer pipas del elefante rosa, o tumbarnos en el paseo de los tristes, justo debajo de la alhambra y quedarnos quietas para ver como pasan las nubes y empieza a chispear y nos hace gracia una cosa tan ridícula pero sabemos que nos movemos por instintos ridículos, y aún así, seguirán creciendo cosas, porque esto no se para…

y encima creo que se me han olvidado cosas muy importantes, tan importantes como absurdas


(y sara sube y dice: joder como puedes vivir con alguien que escucha esa música por favor, a ver, entonces al final qué hacemos? Ah, que haces las entradas primero en Word? A ver deja)

domingo, 11 de enero de 2009

1.03

Echaba de menos no poder dormir, y levantarme de la cama para ir a mi rincón de la cocina, el tiempo que dura un cigarro. Y mirar por la ventana, los pisos apagados, mis vecinos están durmiendo, o discuten, o hacen el amor, lo que sea pero en silencio. El silencio que se rompe con alguna que otra campanada. Todos menos uno, que aún conserva la luz del salón, y que es el último en irse a dormir.
"-No, es un demenciado profundo. No es ciego, pero no ve; no es sordo, pero no oye. Tampoco sabe hablar ni andar. Su cerebro está sin conectar. Es como una lámpara desenchufada.

- ¿y siempre ha sido así?

-No. Se ha ido degradando lenta, progresiva, irreversiblemente."

sábado, 10 de enero de 2009

Lo he hecho, tenía que borrarla, y me siento mejor. Lo siento si a alguien le gustaba aquella entrada, no lo creo, estaba bastante viciada. ¿Desea suprimir? sí, deseo suprimir.

domingo, 4 de enero de 2009

debesos

Mierda! Acabo de darme cuenta de que no se jugar.
Y aún así sigo siendo parte del juego.
Y me jode saltarme las reglas,
o quedarme quieta,
o meter la pata,
o mirarte
desde
lejos
y
.

soloquierojugaradarnosbesos
besosdelreves
besoscálidos
besosdecrucigramas
besoscirculares
besosmañaneros
besosdeinvierno
muchosbesosdeinvierno

sábado, 3 de enero de 2009

pequeño desastre animal

Ni la lluvia, ni la niebla, ni la mezcla de ron-cerveza-ron, ni el tedioso vaho acumulado, ni el frío metido entre la ropa, ni la ausencia de llamadas, ni la mierda de música que he escuchado durante al menos dos horas, ni las seis y media de la mañana, ni el odio mutuo entre mis sábanas y yo facilitan las cosas.

Así no
Así hace demasiado frío

viernes, 2 de enero de 2009

buscando el mínimo común múltiplo

Se que nos gustaba correr en el parque, y columpiarnos, muy alto, llovía, nevaba, salía el sol, seguíamos columpiándonos, girábamos, y parábamos cuando la risa vencía a la fuerza...
Se que guardábamos secretos, y nos pintábamos los ojos cuando aún mis pestañas no aguantaban el maquillaje. Poco después descubrimos juntas el significado de la barra, del café y el de prohibida la venta de alcohol a menores de dieciséis años. Podrías nombrar cada uno de mis gestos, o devolvérmelo con otro, y aún así, entendernos perfectamente...sabiendo que en escasos segundos se romperán a causa de risas incontrolábles. Se que las horas del café se convierten en trozos de servilleta o en bolitas verdes del papel del azucarillo...
Cuando me fui se que lloramos, mucho, y tenía miedo, y me dabas abrazos, y los últimos sorbos de ron amargaban. Y cuando volví todo seguía igual, me seguías queriendo igual, con tus besos, besos que curan, y que me hacen cosquillas hasta sonreir una vez más.
Me gusta mi rincón, el que tienes para mí.

jueves, 1 de enero de 2009

No, no tengo sueño

Tengo ganas de colorear contigo,
recortar,
y robarte trocitos de cartulinas,
los morados,
o los que tienen forma de corazón.

Mancharte de chocolate,
y pintar con los dedos...
O pintarte,
o pintarte con los dedos,
y terminar buscando pintura dentro de tu boca,
o más chocolate.

Tengo ganas de cosquillas.

- ¿alguna vez has tenido la sensación de estar esperando algo y no saber muy bien qué es?
-si, ahora si
Pensaba que tenía dos tirabuzones que servían como columpios, creo que ayer (o esta mañana) he-has- descubierto que no son para columpiarse, sino para hacer espirales con el dedo, enredarse, llenarlos de colores, y después encontrar la salida, aunque yo no quiera. Es mucho mejor que un simple balanceo.

Si, era una princesa con un ojo a punto de sangrar, y tú, y una corbata roja, y la gente, y las ocho de la mañana, y un estómago del revés, las pequeñas gotas de lluvia, se apagaron las luces de las farolas, y dejé de ser princesa.