domingo, 18 de enero de 2009

Hoy huele a tarde de incienso, de gafas y pijama. A leer.
A música y ducha tranquila.
A jabón.
A un día nublado y baile nervioso del humo de las chimeneas.
Quisiera tomar un café de esos que están a más de mil kilómetros de aquí.
Huele a ganas de estar en casa
o a tardes de verano.

Es domingo, es lo que toca.

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