viernes, 13 de noviembre de 2009

Hoy.
todo el día.
De qué.
Estatuas de suelo y miel, a veces como su cuello, por la miel, estatuas por la dificultad de querer enterrar palabras en un oído, y manos y piernas, movimiento, ascenso y caída. En general enterrar todo de la formas más carnal posible en todos sus sentidos. Otra veces es aquella baldosa que al pisarla se levanta siempre, suena, recuerda. Trance. Se encuentra casi siempre entre la cintura y el cuello, a veces tenía obsesiones con el cuello, como el que producen los tacones un viernes por la noche.
Lo bueno de las ciudades es que todas guardan el olor en la espalda, que podemos abrazarlas. Desnudarlas.