miércoles, 26 de mayo de 2010

No puedo pararme ahora a explicar nada, de como va nada, o aquello que espera para que alguien lo piense y vuelve a resucitar. Estoy liadisima, pero me jode no encontrar un momento para empezar a empezar.

No puedo hablar ahora del día de la playa y el fatidico y maravilloso momento en el que el agua nos entró en la tienda de campañana, ni de cómo era la felicidad que sentía cuando dormimos en la montaña mojados por el agua y hacía tanto tanto frío que no quería que dejara de hacer frío para que no me dejara de abrazar. Ahora no puedo.

Tampoco de cómo se firmó el acuerdo de yo te doy la mitad de mi coche si tu me das la mitad de mi cama, no no, es imposible contar ahora algo tan largo.

Ni de las notas y los barquitos de papel en el armario.

O de cómo salvar en cinco días un proyecto fin de máster, porque ayer te enteraste de que tienes que empezar de nuevo.

O de cuando decimos que la piña es astringente, o antialérgica, o hipocondríaca...y nos reimos. Entonces llega él de hacer sus cosas y la casa se llena de nuevo, no estaba vacía, estaba a medio cocer, pero con buen olor.

Pero están ahi, solo quiero que no se me olviden.

2 comentarios:

Josep dijo...

Me encanta el intercambio.

Matías Muñoz Carreño dijo...

Los recuerdos... Brotan siempre de nuestras cabezas...

Lindo escrito... Nostalgico...

Hey! Hace muchisimo tiempo q no pasaba por aca, es posible q ya te hayas olvidado, pero hace quizas unos años o meses, pasaba por aca regularmente...

Un abrazo y espero pases por mi blog tambien...

Nos leemos!