Un hilo de colores,
que se ata muy fuerte a las orejas,
estirando los labios,
no duele, nunca duele,
-a veces tiembla-
Un hilo que no hay que olvidar en ningún cajón,
regalo hilos de colores,
porque siempre serán devueltos,
de una manera u otra,
pero siempre de forma especial.
Siempre sonriendo
lunes, 20 de octubre de 2008
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