domingo, 22 de noviembre de 2009

Ensayo para la locura.


Eran las tardes de verano, la lucidez, las sombrillas de arriba que buscaban el centro reservando el fondo, igual que por las noches encontrabas sus sueños en la cama, reposados en la almohada, lo hacía siempre, caminando por la cuerda floja hacia las estrellas, perdiendo el equilibrio o encontrándolo o sí, muchas veces era así. Otras veces era culpa del chaleco debajo de la lluvia, y la mosca en la ventana, recordándole a las estrías de las abejas desde la rodilla hasta el cigarro. Y sin embargo guardaba la ceniza en silencio, en esos silencios murmullosos que encontraba en la calle, en la acera ciñéndose a la línea blanca. ¿Quieres café?, sí, pero en la copa de vino. Dejó el sombrero entre la barba y el bigote, evitando el beso correspondiente, lo prefería en la oreja, donde el lunar resbalaba hasta el ombligo. Como siempre.

1 comentario:

Aqui assegut dijo...

Esta guapo!! Esta es la redaccion con las palabras de locura?