miércoles, 14 de octubre de 2009

El otro día me invitaron a una obra de teatro. Muda. Una noche de silencio y algún murmullo en el público, algunos sonreían, a mi a veces se me escapaba algún que otro gemido imposible de disimular. Los actores tenían guantes blancos --- como mimos--- chaleco y sombrero, iluminados por pequeñas luces que se colaban de la calle, que también guardaba silencio. En el segundo acto empezaron a crear siluetas, a rasgar cuerpos y a morder bocas que ardían. Manteniendo la expectación a medio centímetro de distancia.

Era el mismo sentimiento del depredador cuando tiene a su victima y la desolla, mirando al público con sangre en los dientes y ojos de placer.

Goteaba carisma
Brindaron.

3 comentarios:

josep dijo...

Me encanta.
Yo una vez vi un espectaculo de juegos con las manos a trasluz. Me encantó.

un monton de palabras cogiditas de un papel dijo...

He visto que ahora se hace bastante, iremos a ver más

sarita dijo...

"goteaba carisma"

^^

qué buena eres mi amor