El otro día me invitaron a una obra de teatro. Muda. Una noche de silencio y algún murmullo en el público, algunos sonreían, a mi a veces se me escapaba algún que otro gemido imposible de disimular. Los actores tenían guantes blancos --- como mimos--- chaleco y sombrero, iluminados por pequeñas luces que se colaban de la calle, que también guardaba silencio. En el segundo acto empezaron a crear siluetas, a rasgar cuerpos y a morder bocas que ardían. Manteniendo la expectación a medio centímetro de distancia.
Era el mismo sentimiento del depredador cuando tiene a su victima y la desolla, mirando al público con sangre en los dientes y ojos de placer.
Goteaba carisma
Brindaron.
miércoles, 14 de octubre de 2009
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3 comentarios:
Me encanta.
Yo una vez vi un espectaculo de juegos con las manos a trasluz. Me encantó.
He visto que ahora se hace bastante, iremos a ver más
"goteaba carisma"
^^
qué buena eres mi amor
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