martes, 23 de diciembre de 2008

Quedaban aún 3 horas para llegar a casa, y después de hablar como una loca e intentar hacer un resumen medianamente aceptable de tres meses de mi vida, se me iban cerrando los ojos, anochecía, el cachito de cielo que hay entre Madrid y Baeza siempre ha estado repleto de estrellas, y siempre estaba esperándome para dejarse ver cuando lo necesitaba...-adoro el cachito de cielo que hay entre Madrid y Baeza-. La radio estaba de fondo, y posiblemente mi oido hace seleciones de lo que quiere escuchar, en el momento no me interesaba de que hablaban, igual ahora sí, pero entonces tenía la cabeza llena de pensamientos apilados sin forma alguna en mi cabeza, y entre unos y otros escuché estaban en el momento equivocado, quizás fueron héroes.

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