viernes, 29 de mayo de 2009

Era estar contigo esta noche

¿Tan importante?
sí,
¿Por qué?
Ya me jode tener que darme una explicación lógica, que me convenza a mi, como también tener que estar convenciendo a un montón de voces, que suenan a ruido, voces que no se callan, que escupen dentro de mi boca y yo las escupo en las bocas de los demás, tropiezos y tropezones de circo barato, ni si quiera de calle. Risas maléficas de películas de terror. Pero la cerveza la bebo tranquila y los cigarros doblados. No es ni si quiera las ganas de saciarme el estar contigo. Es arrancarlo, destrozarlo, hacerme una nueva piel-que casi fuese la mía-, hacerle el amor y marcar un camino ebrio, juntándonos sin querer y deshacernos en una absurda noche de lluvia a las cinco de la mañana, con las mismas palabras absurdas que gotean de la boca y que escuecen el ojo, que un día escocieron bajo la piel. En la misma absurda postura de luchas fingidas y caras de placer.

Desaparecer.

No podría haberlo contestado.

Esta noche es noche de bailar, reír y saltar… Yo estuve una noche en esta noche, me aportara o no, pero no me perdí nada nuevo.

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