Volvemos a la espiral, a los horizontes dentro de la tierra, a una noche en Praga, a no tener olor, ombligos desconsolados, perros sin falda, trenes que se van, aviones dentro de mi cabeza. Vacío. No hay palabras. Hay un asiento vacío y una habitación sin imán para los recuerdos. Calles llenas de historias y de besos, camas, camisas sin sexo, ni suelos, ni baños públicos. Escaleras frías. Cúmulos y nadismos, tuismos, tusinmiedo-ismos, y miedo en contra.
Joder
Y un día ya no se hablará mas de esto, aunque quisiera, no podría hablar más de esto.
Tampoco lo entendí, últimamente las cosas funcionan así.
Puntos entre no palabras. Y aparte, y final.
Porque las comas, no las sabías usar. Suspendiste lengua, sin examen en septiembre.
domingo, 10 de mayo de 2009
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