jueves, 5 de marzo de 2009

Hoy no voy a escribir una entrada etílica, hay demasiada cerveza en mis pensamientos, hay demasiadas ganas de todo y de nada, demasiadas ganas de dormir, y volver a levantarme con el contador a cero.

Demasiadas ganas de dar besos de esos que arropan, y que aunque haga mucho frío en la habitación dan calor y suenan a nana, o a nanna.

Demasiado, no es mucho, ni bastante, ni rojo ni cerca, ni bueno, ni la sensación de miradas a media tarde cuando el horizonte se pierde. Demasiado no son los nervios de esperar horas de aviones, ni trenes, ni andenes ni despedidas.

No sabría decir qué es demasiado, porque no quiero escribir ahora una entrada etílica

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