domingo, 30 de noviembre de 2008

A veces pienso que las últimas entradas chocan torpemente contra el desconsuelo, por llamarlo de alguna manera, o la tristeza, demasiado desazón que quizá solo empeora el estado actual de todas aquellas cosas que pasan.
Anoche encontré rayuela en internet, es raro quedarse dormida con un portátil encima y no con un libro. Es raro.
Llovía mucho, pensaba en la gotera, me distraían los truenos, me daba hambre, me levantaba a por tabaco, pensaba en si podría dormir bien, tenía frío en los pies, me gustaba el olor que había dejado la ducha cinco minutos antes, demasiados pensamientos absurdos que se adelantaban a mis ganas de leer. Y tenía ganas.
En enero no se que traeré en la maleta, pero sí muchos libros. Y no quiero que mi blog de dibujo se ponga celoso, hace tiempo que no lo uso.

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