si, quizá mañana no me de cuenta.
Seguramente disimule,
y miraré a otro lado,
y me haré la tonta,
pero no lo puedo negar,
y se me ha rajado la camiseta de empujar tanto el corazón,
porque ha latido tan rápido que hasta me temblaba la sonrisa.
Y yo no se coser…
Desde que estoy en Perugia, es la primera vez que me voy a la cama mientras amanece
me encanta esta sonrisa tan absurda
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